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martes, 12 de marzo de 2013

¿Qué tipo de entrenador/a eres?

La reflexión de hoy, es algo que escuchamos continuamente en cursos de formación y que seguramente seamos defensores a ultranza cuando hablamos tranquilamente con colegas de profesión. Pero cuando entrenamos o estamos en la competición, ¿seguimos siendo fieles a esa idea?



¿Qué tipo de entrenador/a eres?

A veces es bueno realizarse esa pregunta en los momentos que tienes para ti exclusivamente. Conocemos de sobra el enfoque tradicional, preocupado exclusivamente por el dominio técnico del deporte en cuestión, dejando en un segundo plano el entrenamiento de las capacidades decisionales en el juego. ¿Por qué hacemos referencia a estas capacidades? En el fútbol, nos encontramos un espacio, tiempo y adversarios, factores que obligan al jugador/a a realizar un análisis de la situación para posteriormente realizar la ejecución acorde a esos conocimientos de dichos factores, y en la adaptación de los mismos.

Esta visión nos acerca a un nuevo enfoque, llamado alternativo o táctico, que centra la importancia en la comprensión del juego por parte de los jugadores. Este modelo se asocia a la pedagogía del descubrimento y está fundamentado en la propuesta de experiencias motrices lúdicas vinculadas al contexto real de juego desde el primer momento (Toper y Bunker, 1983 y Blázquez, 1995, cit. por Méndez Giménez, 1999).
Comparando ambos enfoques y atendiendo al modelo básico de procesamiento de la información, la diferencia entre el tradicional y el alternativo radica en la atención que se presta a los diferentes mecanismos por los cuales el jugador/a procesa la información procedente de la situación de juego.

En los entrenamientos de fútbol, seguimos dando importancia a la ejecución, principal obsesión del entrenador en todas las etapas, ¡¡Incluso en las de iniciación¡¡ olvidándonos de algo fundamental para el desarollo de nuestros futbolístas, el hacer pensar al jugador. Tenemos que ser conscientes que la dirección unilateral de entrenamientos o partidos, solo provoca jugadores dependientes de una voz, jugadores sin capacidad para pensar por ellos mismos, cosa que extrapolarán a cualquier aspecto de su vida. La riqueza del fútbol es tan grande, que nunca se repiten dos acciones idénticas, por lo que nuestros jugadores/as deben tener la capacidad de decidir qué hacer en esas situaciones.

Después de lectura, nos gustaría que reflexionases sobre tu manera de dirigir los entrenamientos y partidos.
¿Qué tipo de entrenador/a eres?

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